Como muchos de los que me conocen saben, soy una fiel defensora de los autores autopublicados. Primero porque estos autores tienen que luchar solos para sacar sus obras adelante, y segundo porque el mundo editorial es muy duro, siempre hay gente tirando por tierra tu trabajo o buscando pisotearte para pasar por encima.
Últimamente he estado hablando con varias personas sobre la manera en que uno se autopublica y creo que es un tema que debe meditar cualquier futuro escritor.
Me refiero a la calidad de la obra que se publica y su precio en el mercado.
Hoy en día, cualquiera puede autopublicarse, otra cosa es que deba hacerlo. ¿Por qué digo esto? Pues porque han llegado a mis manos (o a mi kindle) algunas obras que en mi opinión deberían haber esperado para salir a la venta, y no por no ser buenas obras, sino porque tienen muchos errores que de trabajar en la publicación no estarían.
Con errores me refiero a faltas de ortografía, y no me pongo tiquismiquis, a todos se nos puede colar algo, pero que en la misma página salgan como 20 fallos ortográficos es signo de que no se ha corregido correctamente.
También me refiero a las incoherencias en la trama, como que un personaje que ha fallecido en un capitulo anterior aparezca de pronto en otro como si nada.
Otro fallo es la coherencia en el tiempo verbal. Si una historia se empieza en presente y primera persona, esta debe continuar así hasta el final salvo que se marque de forma correcta que es un sueño o un recuerdo. He leído algunas que te cambian de tiempo y persona en mitad de una escena sin contemplaciones.
De lo que muchos autores pecan es de la falta de documentación cuando tratan algunos temas. Si vas a describir, por ejemplo, La Guerra Civil Española deberás informarte sobre todo lo que ocurrió para no escribir ninguna barbaridad histórica en la historia. Obviamente, hay historias que necesitan más documentación que otras, pero salvo para las novelas fantásticas en las que puedes inventarte todo lo que aparece, siempre hay que documentarse bien.
Otro tema interesante a tener en cuenta, los consejos de los autores. Si se piden consejos a otros autores es importante saber dejarse guiar por su experiencia y no cometer errores que pueden convertir una maravillosa historia en un fracaso. Y no me refiero al número de ventas, sino a la calidad de la obra.
Y por último está el precio de las obras, sobretodo en papel. Cada escritor dedica el tiempo que considera adecuado a su obra, y el precio que este establece siempre es el adecuado, puesto que los demás no sabemos cuanto dinero se han gastado ellos en hacer que todo esté como debe. Por lo que si un autor nos pide, por ejemplo, 8 euros, aunque pensemos que es caro también debemos pensar en la extensión, la calidad y el formato.
He visto a gente pedir que un libro que está perfecto baje de precio y luego comprar libros que tienen tantos fallos que no valen el precio que tienen puesto.
En definitiva, si vas a publicar porque de verdad te gusta tu obra, no publiques nada más lo acabes, es importante cuidar los detalles, porque eso es lo que hará que el lector quiera comprar otra novela tuya o no.